Blanqueamientos dentales caseros: mitos y verdades
A la pregunta si los tratamientos de blanqueamiento dental caseros si funcionan, la respuesta es ¡NO!
Son múltiples los métodos que se anuncia para conseguir un blanqueamiento dental casero, es decir aquellos que mediante la compra de algún producto o realizando algún procedimiento sin necesidad de acudir a un profesional de la estética dental prometen blanquear nuestros dientes.
¿Funcionan realmente estos métodos de blanqueamiento dental casero? A continuación, explicamos los métodos más comunes que se recomiendan en multitud de páginas y foros de Internet para tratar de poner un poco de luz sobre la efectividad de estos métodos de blanqueamiento dental casero.
El uso de bicarbonato, enjuagarse la boca con agua oxigenada y/o frotarse los dientes con cáscara de plátano o con un limón son algunas de las fórmulas caseras más conocidas para conseguir unos dientes blancos.
Se alega que frotando los dientes con limón o vinagre se aclara la tonalidad de los dientes. Pero la realidad es otra, y es que el ácido de estos alimentos puede volverse en nuestra contra y destruir el esmalte dental, lo que nos ocasionará más daño que beneficio.
Métodos domésticos que, además de no tener un efecto blanqueador, pueden ser perjudiciales para la salud. Por ejemplo, el bicarbonato, ya que es un producto abrasivo que, a la larga, provoca desgastes en el esmalte y, por ello, aumenta la sensibilidad dental. En el caso del limón, al ser una fruta ácida, daña el esmalte. Por otra parte, enjuagarse la boca con agua oxigenada no blanquea los dientes y tampoco es beneficioso para la salud.
Como hemos visto, no existe un método de blanqueamiento dental casero efectivo rápido que pueda sustituir a los que un especialista realiza en una clínica dental.
Esto no significa que los pacientes con sus hábitos diarios no puedan hacer nada para tratar de mantener una sonrisa con un natural y estético tono blanco, pues en muchas ocasiones el oscurecimiento se debe a estas causas, por lo tanto, evitarlas está en nuestra mano: