La placa dental produce ácidos que dañan el esmalte, la dentina y la pulpa dentaria, generando caries y produciendo, por lo tanto, un terrible dolor en los dientes.

Uno de los principales factores para la prevención de esta enfermedad dental es la higiene bucal en niños, es por eso por lo que debemos inculcar los buenos hábitos en ellos desde muy chiquitos, además de tener en cuenta otros factores que ayudan a prevenir el desarrollo de esta patología.

¿Qué debes hacer para prevenir la caries?

  • Desde el nacimiento hasta los 12 meses. Mantén limpia la boca de tu bebé pasándole suavemente un paño limpio para bebés por las encías. Una vez que observes los primeros dientes, cepilla suavemente con agua y un cepillo de dientes suave para bebés. Consulta con el médico o el dentista de tu hijo acerca del uso de flúor. Usa una pequeña cantidad de pasta dental con fluoruro del tamaño de un grano de arroz.
  • 12 a 36 meses. Cepilla los dientes de tu hijo 2 veces al día. Si el médico o el dentista recomienda el uso de una pasta dental con flúor, usa solo un poquito en el caso de los niños menores de 2 años (del tamaño de un grano de arroz). Los mejores momentos para cepillarle los dientes son después del desayuno y antes de acostarse. El flúor de la pasta dental está diseñado para ser enjuagado y no para ser consumido, vigila a tu niño mientras se cepilla.  Cuando tenga la edad suficiente, dile que escupa el residuo de la pasta dental después de cepillarse.
  •  3 a 6 años. Cepilla los dientes de tu niño dos veces al día. Usa una pequeña cantidad de pasta dental con fluoruro del tamaño de una arveja.
  • Nunca acuestes a tu hijo con un biberón o con alimentos. Esto no solo expone los dientes de tu hijo a azúcares, sino que también lo pone en riesgo de tener infecciones de oído y de ahogarse.
  • Controla si el agua de tu hogar tiene flúor. Si el agua del grifo de su hogar viene de un pozo, es posible que el médico o el dentista de tu hijo deseen hacerle pruebas a una muestra de agua para controlar el contenido natural de flúor. Si el agua del grifo de tu hogar no contiene suficiente flúor, el médico o el dentista recetarán un suplemento con flúor apropiado si tu hijo tiene un alto riesgo de tener caries dental.
  • Enséñale a tu hijo a beber de un vaso regular cuanto antes, preferentemente entre los 12 y 15 meses. Al beber de un vaso, tiene menos probabilidades de que se le junte líquido alrededor de los dientes. Además, no se puede llevar un vaso a la cama.
  • Si tu hijo debe tener un biberón o de un vaso para bebés durante períodos largos, rellénelo solo con agua. Durante los viajes en auto, si tu hijo tiene sed, ofrécele solo agua.
  • No permitas que tu hijo coma alimentos dulces ni pegajosos, como caramelos o dulces, gomitas, galletas dulces o caramelos tipo roll-ups. Los alimentos como las galletas de agua y las patatas fritas también contienen azúcar. Estos son especialmente malos si tu hijo los come muy seguido como refrigerios. Sólo se los debe comer a la hora de la comida. Enséñale a tu hijo a usar la lengua para sacar restos de alimento de los dientes en forma inmediata.

Visitas periódicas con el odontopediatra

Al momento de la aparición de caries, los síntomas pueden pasar desapercibidos, por ello es importante que periódicamente reserves una cita para tu pequeño con el odontopediatra. Así podrás prevenir esta patología.

Lo ideal es prevenir este tipo de enfermedades bucodentales antes de que se desarrollen y provoquen el insoportable dolor en los dientes. Por ello es sumamente recomendable que lleves a tu pequeño al dentista. Usualmente este tipo de patologías se resuelven sometiéndose a un tratamiento de endodoncia, que, aunque no es doloroso, no deja de ser incómodo, especialmente para los niños.

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