El sangrado de encías es uno de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan nuestros odontólogos en clínica. Hay que tener bien claro que, si tus encías sangran, hay un problema que debe ser detectado y tratado.

Cepillarte los dientes demasiado fuerte o con un cepillo dental excesivamente duro, puede herirte las encías. En este caso, la solución es bien fácil: tendrás que tener más cuidado a la hora del cepillarte, tratando con delicadeza la zona de las encías e incluso comprándote un cepillo con las cerdas más blandas. Te invitamos a leer nuestro artículo: Cepillos dentales: tipos y usos.

Si descartas que tus encías sangren por estos motivos, es posible que sea porque están inflamadas y enrojecidas, una patología conocida como gingivitis. Aunque hay numerosos factores que pueden causar esta enfermedad, la principal es la acumulación de placa bacteriana y la mejor forma de prevenirlo es teniendo una correcta higiene bucal. 

Y es que es fundamental realizar una limpieza correcta de los dientes, además de acudir periódicamente al odontólogo para que nos realice una limpieza oral profesional y retirar aquellos restos de alimentos que se localizan en zonas inaccesibles para un cepillo de dientes. Además, hay que tener en cuenta otros factores como el tabaquismo o tener los dientes torcidos o apiñados, que sin duda incrementan la probabilidad de sufrir gingivitis.

La mala higiene bucal es la causa principal del sangrado de encías

Pero sin duda, como ya hemos mencionado, la principal causa del sangrado es una mala higiene bucal, que lleva a la acumulación de sarro, dando paso a la inflamación y el sangrado, lo que origina una gingivitis, que como ya hemos explicado en nuestro blog con anterioridad es la forma más leve de enfermedad, relacionada con la periodoncia, que irrita las encías.

La gingivitis puede agravarse e ir más allá provocando una periodontitis, un problema más serio que hace que el tejido de la encía se vaya destruyendo de forma paulatina, llegando incluso provocar la pérdida del diente, afectando también a la salud general, con una posible incidencia negativa de las bacterias en el sistema respiratorio y cardiovascular.

Tratamiento para el sangrado de encías

El tratamiento ante el sangrado de encías depende en gran medida del diagnóstico y la causa que haya provocado esta condición.

En los casos más leves, el sangrado puede detenerse utilizando simplemente un enjuague bucal para encías. Además, es esencial realizar un correcto cepillado para reparar los tejidos inflamados.

En aquellos casos en los que se dé un sangrado abundante, es esencial acudir al dentista. El profesional realizará un examen de las encías para evaluar el estado en el que se encuentran. Si no se han dado mayores complicaciones, una limpieza profesional es suficiente para acabar con la placa bacteriana acumulada y tratar el tejido inflamado.

Sangrado de encías: cuidados caseros

Si tus encías sangran cada vez que te cepillas los dientes, o incluso sin hacerlo, a continuación, te daremos una serie de tips y consejos que merece la pena tener en cuenta. Se trata simplemente de mantener una higiene dental diaria óptima.

  • Cepillado: es esencial cepillarse los dientes tres veces al día, después de cada comida principal. El tiempo estimado de un buen cepillado es de 3 minutos y hay una serie de factores a valorar. Por un lado, el dentífrico debe ser antibacteriano, con flúor. Por otro lado, lo mejor es utilizar un cepillo de cerdas suaves. Y, por último, en relación al propio cepillado, debe hacerse con movimientos circulares alrededor de cada diente.
  • Hilo dental: después del cepillado es recomendable utilizar hilo dental para eliminar los restos de comida que hayan quedado entre los dientes.

Solución y tratamiento para las encías sangrantes

Ante la detección de encías sangrantes, el primer paso que debemos dar es el de acudir al odontólogo para que pueda revisar y diagnosticar las causas que están produciendo esa irritación. Cuanto antes se detecte el problema, más sencilla y más rápida será la solución.

Por supuesto, otras soluciones pasan por mejorar y reforzar nuestros hábitos de higiene bucodental, dejar el tabaco si somos fumadores, reducir el consumo de alcohol y cuidar mucho nuestra alimentación, incluyendo productos como frutas y verduras, ricos en vitamina C, y reduciendo la ingesta de otros con alto contenido de azúcar.  

Además de la prevención, una buena profilaxis y descontaminación de los tejidos periodontales te ayudarán a detener el progreso de la gingivitis y evitar así que ésta pueda avanzar hacia una periodontitis, tratamientos en los cuales Dentix cuenta con los materiales más avanzados y con profesionales con amplia experiencia.

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