Hoy en día, cuando el mundo, el trabajo y los estudios se mueven a toda velocidad, los problemas de sueño no son nada extraños, sobre todo, en su relación con el estrés. Esto no impacta únicamente el estado de ánimo, sino que también repercute en la salud oral.

Aunque es una relación de la que no se habla mucho, es más estrecha de lo que imaginas, además de ser bidireccional. ¿Qué quiere decir esto? Que la calidad del sueño afecta nuestra boca, pero la higiene oral también repercute en qué tan bien descansamos y dormimos.

EL PROBLEMA DE DORMIR Y RESPIRAR CON LA BOCA ABIERTA

La saliva es muy importante para proteger los dientes, sin embargo, cuando algunas personas duermen y respiran con la boca abierta hay, principalmente, dos inconvenientes. Por un lado, es una ventana para que entren bacterias que pueden afectar la salud; por el otro, como la saliva se riega y se pierde, esa línea de protección también desaparece.

Al reducir los niveles de saliva, la boca se seca. Esta sensación puede ser lo bastante molesta como para que algunas personas se despierten, y aunque un vaso o un sorbo de agua puede ayudar, a veces no es suficiente. Por último, la resequedad también puede generar fisuras en la boca que son supremamente incómodas cuando se come o, en especial, al bostezar.

BRUXISMO: ESTRÉS Y DIENTES DETERIORADOS

Al comienzo hablamos de que muchos problemas de sueño están relacionados con el estrés, ya sea por trabajo, estudios o temas personales. Es algo completamente normal que todos los humanos sentimos, pero es importante saber detectarlo y manejarlo.

Una de las formas más comunes en las que el estrés se manifiesta es a través del bruxismo. Esto quiere decir que mientras se duerme, apretamos los dientes y los hacemos rechinar, lo cual puede tener varios inconvenientes.

Respecto a la salud de los dientes, esa fricción los deteriora y los desgasta, lo cual puede sensibilidad en los dientes al consumir algunos alimentos e incluso caries. Ese movimiento también tiene todo el potencial de llevar a dolores de mandíbula, hombros, cuello y cabeza, que si no se revisan a tiempo pueden convertirse en problemas más serios.

APNEA DEL SUEÑO

Uno de los inconvenientes que puede estar relacionado con el hábito de rechinar y apretar los dientes es la apnea del sueño. Esto sucede cuando la respiración se detiene por unos cuantos segundos, lo cual puede evitar que se llegue a las etapas más profundas al descansar.

Algunos de sus síntomas tienen que ver con nuestra boca. Los dolores de mandíbula y cabeza, así como el bruxismo pueden ser una señal de que se sufre de este trastorno del sueño.

PROBLEMAS DE MORDIDA Y DIENTES MAL ALINEADOS

Una maloclusión, es decir, cuando los dientes de arriba y abajo no encajan correctamente puede afectar también la posición de la mandíbula. Estos problemas de mordida suelen estar relacionados con el hábito de respirar con la boca abierta y algunos dolores que afectan la calidad del sueño.

TIPS Y CONSEJOS PARA DESCANSAR MEJOR

  • Visitar periódicamente al dentista para detectar inconvenientes que pueden afectar la salud oral y, por ende, el sueño.
  • Cepillarse los dientes tres veces al día y usar seda dental en la noche para limpiar correctamente la boca, la lengua y los dientes.
  • Buscar ejercicios o prácticas para reducir los niveles de estrés. También existen unas placas de bruxismo que ayudan a reducir el desgaste y proteger los dientes.
  • Seguir una rutina al dormir: procurar irse a la cama a la misma hora la mayoría de los días para que el organismo entienda cuándo es momento de descansar.

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