Las prótesis dentales
Las prótesis dentales son dispositivos que sustituyen a los dientes, restableciendo la función estética y masticatoria.
Una prótesis dental consiste en un elemento artificial destinado a restaurar la anatomía de una o varias piezas dentales y restaura la relación entre los maxilares, también devuelve la dimensión vertical de las piezas y repone los perdidos.
Las prótesis evitan que el resto de estructuras dentarias del aparato masticador sufran deterioros, ya que evitan malas posiciones articulares que tendrían consecuencias en nuestra salud oral, así como que los dientes se desplacen como consecuencia de la falta de los contiguos, provocando malas situaciones para los dientes y para la salud oral en general.
Las prótesis deben lograr en el paciente una correcta masticación y además no interferir en la fonética del paciente. Además de esto se debe tener en cuenta que la prótesis no interfiera en la respiración.
Habrá un momento en que el paciente estará adaptado y seguramente no tendrá conciencia de llevar una prótesis en su boca, pero es necesario que pase por un periodo de adecuación en el que visite al dentista para realizar los ajustes que sean necesarios.
Además, al ser un aparato que se lleva por periodos prolongados, debe existir una buena educación frente a su cuidado y limpieza diaria, para evitar consecuencias mayores.
La duración de las prótesis dentales dependerá de muchos factores, pero uno de los más importantes es la motivación del paciente en el momento de cuidarlas. Por este motivo, el especialista debe evaluar su adecuado funcionamiento de forma regular, así como realizar una sesión informativa para asegurar que el paciente realiza una colocación correcta de la prótesis (en el caso de las removibles) y para conocer los puntos de estabilidad masticatoria y las técnicas específicas de cuidado diario. Además, ha de explicar cómo cuidar y limpiar diariamente la prótesis para evitar consecuencias mayores, tales como presencia de sarro, halitosis o ulceraciones.